Cuando la vida se pone difícil — cuando poner un pie frente al otro parece más duro que quedarse quieto — encuentro fuerza al imaginar lo que mi yo futuro me diría ahora mismo.
Esto se ha convertido en una herramienta poderosa para mí. Me ayuda a liberarme de la carga del presente y y a ver la vida desde un punto de vista más amplio. Porque aunque el ahora parezca que lo es todo, la vida me ha enseñado algo importante: todo es temporal — incluso las partes difíciles.
A veces, los momentos más duros son en realidad peldaños hacia algo mejor — algo que aún no podemos ver desde donde estamos.
Así que, si tú también estás luchando por sobrellevar la vida ahora mismo, quiero compartir esta reflexión personal y la práctica que me está ayudando a sanar. Quizás también te sirva a ti.
Querida yo:
Sé que ahora mismo todo pesa demasiado — como si estuvieras conteniendo la respiración y tratando de sostenerlo todo a la vez. Pero te escribo para decirte: vas a salir de esta.
Estoy aquí, viviendo la vida que estás luchando tanto por construir — una vida con más paz, propósito y apoyo. No ocurrió de la noche a la mañana, pero sucedió gracias a todo lo que estás haciendo ahora, incluso cuando parece que nada funciona.
No puedo decirte exactamente qué pasará — porque la incertidumbre es parte de nuestro trayecto. Pero sí puedo decirte esto: tu fuerza, tu espíritu, tu resiliencia — eso es lo que te sacará adelante. Sé que estás sufriendo. Llevas un peso que nadie debería cargar solo — y, sin embargo, tú lo haces. Y no solo vas a sobrevivir, vas a prosperar.
Te escribo desde un futuro donde el trabajo es significativo y está alineado con tus sueños y valores. Un futuro donde tus fortalezas marcan una verdadera diferencia en la vida de otras personas. Puede que no tengas todo lo que siempre quisiste — pero tendrás algo mejor: todo lo que realmente necesitas.
Me siento maravillada de lo que estás logrando en tiempos tan difíciles. Y quiero darte las gracias. Gracias por no rendirte. Gracias por avanzar hacia el futuro con el que soñamos — en el que ahora vivo, y hacia el que caminas con cada paso valiente y agotador. Gracias por perseguir tu visión, incluso cuando parecía que nadie creía que fuera posible.
Sin tu luz, tu fuerza, tu coraje — no estaría hoy aquí.
Los despidos no importarán. Las personas que intentaron romperte solo te hicieron más fuerte. Y hace mucho que ni siquiera piensas en ellos.
Sé que ahora te sientes sola — como si lucharas en demasiados frentes abiertos. Pero a diferencia de la mayoría, tienes un don poco común: ves luz en la oscuridad, la oportunidad en el caos. No te rindes ante el miedo. Recoges los pedazos y haces algo significativo para sacarnos de ahí — una y otra vez. Haces lo más difícil sola, pero siempre tienes a tu familia y amigos a tu lado para ayudarte a llevar la carga que puedas compartir.
Te adaptas. Creces. Encuentras luz incluso en el colapso.
Y esta la verdad — puede que las cosas se pongan más difíciles por un tiempo. Eso es porque no solo estás soltando lo tóxico y doloroso — estás rompiendo patrones generacionales. Llevas no solo el peso de tu propia vida, sino también de lo que vino antes que tú y lo que vendrá después. Tu fuerza inspirará a los que vinieron antes, y tu coraje protegerá a los que vienen después. Estás haciendo el trabajo más duro — por todos nosotros.
Estoy tan orgullosa de todo lo que estás aguantando — y de todo lo que por fin estás dejando ir.
Aunque no puedas ver el puente que lleva de tu antigua vida a la nueva, confía en que aparecerá cuando llegue el momento.
Y a pesar de todo — toda esta incertidumbre, el dolor — sigues ahí para tu hija. Te conviertes en un barco pirata, en un caballo loco. Das voz a todos sus peluches, bailas como si no hubiera un mañana cuando suena su canción favorita en el salón — todo eso para hacer que su infancia sea más especial. Eso es lo que ella recordará. No los momentos en los que flaqueaste. Sino los momentos en los que seguiste dándolo todo.
Sé que estar viva ahora mismo se siente como una carga.Pero sigue aferrándote a tus sueños — porque están a punto de hacerse realidad, y antes de lo que crees.
No estás fracasando.
Te estás transformando.
Estaré aquí esperándote, con el sol ya en nuestra cara.
Con todo mi amor,
Tu yo futuro
(La que descansó. La que sanó. La que construyó una vida que finalmente se siente como en casa.)
¿Qué te diría tu yo futuro en este mismo momento? ¿Qué palabras de amor, sabiduría o consuelo necesitas escuchar?
No dudes en compartirlo en los comentarios — tu voz puede ser justo lo que otra persona necesita escuchar. Y si esta publicación te ha llegado al corazón, por favor, considera compartirla con alguien que también esté pasando por un momento difícil. Nunca sabes quién puede necesitar recordar que no está solo y que vendrán días mejores.
Si quieres saber más sobre mi trayecto— desde cómo gestiono la neurodivergencia y la crianza, hasta mis experiencias con la violencia doméstica, la salud mental y los trastornos alimentarios — estate atento a este blog, que se lanzará el 2 de julio. Y no te pierdas mi podcast Voces Intersectadas, que comienza el 9 de julio, donde compartiré historias inspiradoras de identidad y resiliencia de muchos invitados increíbles.




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